Lautaro Martínez abrió el marcador para Argentina cuando el partido se jugaba desde hacía rato en territorio peruano en el Monumental. Con ritmo ágil y constante, la selección argentina manejaba los tiempos del encuentro y atacaba frenéticamente. Podría haber convertido antes, por medio de un latigazo de Ángel Di María en el área, o del mismo Lautaro, pero ambas jugadas se ensuciaron.
Finalmente, a los 43 minutos, el ejercicio de repetición funcionó. Nahuel Molina recuperó sobre la derecha y combinó con Rodrigo de Paul para fabricar una pared y romper la barrera defensiva peruana. El lateral trasladó hasta el fondo y, en el último metro, envió un centro a la carrera para la llegada del “Toro”, que se anticipó en el primer palo. Cabezazo a pura potencia, imparable para el arquero Pedro Gallese, que reaccionó cuando la pelota ya volaba arriba suyo, a gran velocidad.