En la tarde de ayer, Independencia de General Levalle, consiguió hacer realidad su sueño más preciado, dar una nueva vuelta olímpica.
Consiguió este objetivo, luego de vencer como visitante al Deportivo y Cultural Serrano por la mínima diferencia, mediante la conversión de Fermín Basterrechea, cuando transcurrían 34 minutos del primer tiempo.
De esta forma, la escuadra comandada actualmente por Juan Velázquez, le regaló a su hinchada un nuevo título, tras 22 años de sequía y esperanzas rotas. Casualmente lo hizo en el mismo escenario y con un gol convertido en el mismo arco, donde en el 2012 había perdido la final a penales ante San Martín, situación que pareció convertirse en un maleficio, ya que desde entonces hasta el Apertura 2018, jugó cinco finales, sin poder ganar ninguna de ellas.
Además, se tomó desquite de la final del Apertura 2016, donde el selectivo de Serrano se quedó con el certamen, luego de imponerse por 2 a 1, en un tercer partido definitorio, disputado en el “Parque Colon” de Laboulaye.
Este es el premio merecido, para un elenco que fue creciendo paulatinamente, hasta convertirse en el mejor de la fase clasificatoria, y que llegó de manera mucho más holgada que su rival a esta instancia decisiva del campeonato.
Algo para destacar en esta final, es la cantidad de público que de uno y otro lado colmó las instalaciones del Bautista Echandi, para presenciar este segunda final, además del excelente comportamiento de ambas parcialidades, y de los jugadores dentro del campo de juego. Una perla blanca para el fútbol de nuestra liga, que tuvo tantas incidencias no deseadas en este primer semestre del año.
Felicitaciones a los campeones que finalmente, lograron que sus sueños se abrazaran con la realidad, y a los subcampeones, porque no cualquiera llega a disputar 39 finales ligueras.
